HISTORIA Y EVOLUCION DE LA OLLA PRESION
El primer
intento conocido de cocinar a presión ocurrió en 1679 cuando el físico
anglo-francés, Denis Papin, que es más reconocido por su trabajo sobre el
poder del vapor, inventó el digesteur o "digestor a vapor" en un esfuerzo por reducir el tiempo
necesario para cocinar alimentos. Este recipiente hermético utilizaba presión
de vapor para incrementar el punto de ebullición del agua y como resultado
cocinar más rápido, de manera que la carne y otros alimentos podían cocerse en
menos tiempo que en las ollas convencionales usadas en aquellos tiempos
Denis
Papin presentó su invento en la «Royal Society» de Londres en el año 1681, pero
la novedad no prosperó y quedó como un estudio científico más. Sin embargo este
trabajo le sirvió para que fuera admitido como miembro de dicha sociedad
científica. Habría que esperar hasta el siglo XX para que se hiciese realidad
el invento y se fabricasen ollas a presión.
Esquema de funcionamiento de la válvula de la olla.
En condiciones normales el muelle mantiene la válvula cerrada. A medida que la
olla se calienta la presión interior aumenta y empuja la válvula hasta que la
espita queda libre, lo que permite la salida de los gases (aire y vapor de
agua) al exterior y limita la presión en el interior. El pequeño tamaño del
orificio de salida es responsable del característico silbido de las ollas antiguas,
por el cual también se les llama "olla pitadora".
En 1919 se
concede la primera patente de lo que se denominó olla express a Jose
Alix Martínez, residente en Zaragoza (España). Así aparece con el número de patente 71143 en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial que se publicó
en el número 798 de 16 de noviembre de 1919, página 1480. En España ya
se empieza a distribuir la olla de Bellvis que se denomina por sus diseñadores como olla
express.
En
1938 el alemán Alfred Vischler presentó su "Flex-Seal Speed Cooker"
en Nueva York. Aunque la idea de Vischler fue buena , el producto que captó la
atención de las amas de casa fue la olla de presión "Presto", que aparece
en 1939 en una feria mundial en Nueva York. Fue exitosa principalmente debido a
su tapa fácil de cerrar eliminando la necesidad de pinzas y nueces de otros
modelos.
Otra
patente se concedió en Francia, en 1948, cuando M. Devedjian fabricó un modelo
de cocción rápida al que llamó cocotte minute. En 1952 George
Laverne perfeccionó el invento con un nuevo modelo de ollas de gran capacidad
(300 litros) que llevaban un sistema de cierre especial. Este modelo tuvo un
gran éxito y fue adquirido por el ejército francés.
Al
año siguiente, en 1953, sale a la luz la supercocotte SEB (Societé
d’Emboutissage de Bourgogne) fabricada por los hermanos Lescure. En 1954 la
patente SEB se comercializa en España con el nombre de SEB-MAGEFESA y
las ollas se fabrican en un taller de ferretería ubicado en Algorta.
A
partir de 1978 las ollas a presión se hacen cada vez más completas y rápidas,
perfeccionando los mecanismos de cierre y de seguridad, proporcionando así una
mayor presión y una cocción más rápida. Lo que más ha evolucionado es la
válvula. Los últimos modelos llevan un sistema llamado Food Control que
además de indicar la presión evacua el oxígeno del interior de la olla. Al
indicar la ausencia de presión la persona que manipula la olla sabe que puede
abrirla con toda seguridad, y al cocinar sin oxígeno se consigue que los
alimentos conserven intactas sus propiedades y su color natural.
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